viernes, 16 de enero de 2015

Delaviuda, un ejemplo de gestión en crisis

Delaviuda siempre me traerá muy buenos recuerdos, a esas Navidades de la infancia, que pasaba en casa de mi abuela en Bilbao, que adoraba los productos de esta potentísima marca de Toledo, tierra que me encanta. Pues bien, esta es una empresa que es un ejemplo de tesón, fuerza de voluntad, prudencia y saber aprovechar las crisis. 



Sigue siendo una empresa familiar como ya era cuando se fundó allá por el año 1927, aunque entonces, en Sonseca, tenía otro nombre, Manuel López, nombre del fundador. Lo de Delaviuda vino por una tragedia que sufrió la familia. Su fundador, Manuel, falleció en 1939 en la Guerra Civil, y fue su viuda quien tuvo que sacar adelante la empresa y a sus hijos, rebautizando sus vecinos de Sonseca su confitería, de Manuel López a Viuda de Manuel López, y después a simplemente Delaviuda.



Lo cierto es que esta es una historia de superación de las que animan a emprender y a no rendirse nunca. El hijo de Manuel López, y de su viuda, sin la cual esta empresa jamás habría creado la riqueza que ha creado, ni habría alegrado las Navidades de millones de españoles, María, se hizo con las riendas de la empresa y pronto decidió ampliar el negocio, y en 1963 abrió una fábrica de producción y distribución en la propia Sonseca, donde estuvo en su día la confitería de sus padres que, gracias a la calidad de sus productos, se había quedado pequeña.


En la década de los 90, que también tuvo su crisis, la empresa adquiere Mazapanes de Toledo, un competidor de la zona que comenzó su actividad en 1910. A esta adquisición se une, en la misma década, la de Monerris Planelles, es decir, la empresa dueña de la marca El Almendro - sí, es la que todos estamos pensando, la de "vuelve a casa vuelve por Navidad"- todo un referente en España.



En la primera década del presente siglo, la empresa decide desestacionalizar sus ventas y adquiere una compañía francesa llamada Artenay Bars que se dedica a la producción y distribución de barritas de cereales y muesli, aprovechando la situación de crisis por la que atraviesa la zona euro.


Como se puede observar, esta es una compañía que ha basado su crecimiento, primero, de forma orgánica, incrementando su capacidad de producción, para después hacerlo también de forma inorgánica, comprando compañías fuertes en su sector que, por motivos de recesión económica, no atravesaban por sus mejores momentos. 

Delaviuda es un ejemplo de lo que muchas veces ha dicho otro grande, Warren Buffet, que hay que comprar pensando a largo plazo, invirtiendo en valores fuertes, cuando el mercado está en estampida. Buena lección de una empresa española de las que dan ejemplo a todos.