Juan Aitor Lago Moneo
Director del Departamento de Investigación
Constanza Business & Protocol School
El sector inmobiliario español ha
pasado por unos años durísimos, que nadie recuerda, ni siquiera en la funesta
crisis del ladrillo de los años 80. Han sido muchos años de una larga, ardua,
dura y solitaria travesía por el desierto, pero todo indica que se ha llegado
al final. Hace ya algunos meses, sobre todo desde el cuarto trimestre de 2014
en los que vemos operaciones muy relevantes, como la adquisición por parte del
magnate chino que es también accionista del Atlético de Madrid, que adquirió el
edificio España, una joya de la arquitectura madrileña de los años 50, ubicado
en plena Plaza de España. La última gran operación ha sido la venta del Hotel
Ritz de Madrid, sin duda uno de los hoteles con más glamour de la capital de
España, y sin duda, una maravilla arquitectónica y, por qué no decirlo, también
como negocio.
En España, este suculento pastel
de grandes operaciones como las que acabo de mencionar estaba
"copado" por grandísimas empresas especializadas en consultoría
inmobiliaria, y que, hay que decirlo, son muy pero que muy buenos en lo que
hacen, cualquiera que haya trabajado con ellos lo podrá decir. Estamos hablando
de compañías como CBRE, Knight Frank, Aguirre Newman o JLL, entre otros, ya que
también habría que tener en cuenta a Cushman & Wakefield y a Savills, otros
dos gigantes que también saben bien lo que se hacen en este sector. ¿Son buenas
estas empresas? En su especialidad, si, sin duda, son lo más granado del sector
de la intermediación inmobiliaria, por decirlo de una manera coloquial, la
Champions League de su sector.
¿Pueden tener competidores que no
vengan de su sector? Cualquier directivo
que se precie de serlo, debe tener muy en cuenta que, en cualquier momento, una
empresa de otro sector puede entrar en el suyo, y llevarse una parte del
pastel. Esto parece ser lo que está ocurriendo en el sector inmobiliario
español. Los grandes bancos de inversión y las big four de auditoría y
consultoría, es decir, Santander, BBVA, Citi, PwC, Deloitte, E&Y y KPMG,
entre otros han decidido entrar en este segmento, y llevarse una parte de este
suculento pastel, que si bien no ha sido tan suculento ni tan grande durante
los últimos 5 años, todo apunta a que hay mucho dinero en juego en lo que queda
de década, y nadie quiere quedarse atrás.
Fuente: www.puntoinversiones.com
|
Estamos ante la disyuntiva entre
la especialización y los equipos multidisciplinares. ¿Qué opción es mejor?
Durante mucho tiempo se ha incidido en que, la única forma de tener éxito en
los negocios era mediante la especialización... Aunque también es cierto que mucho
se ha hablado de la diversificación y de cómo estar presente en diferentes
sectores es lo mejor que una empresa puede hacer para superar periodos
difíciles. Es algo en lo que es difícil acertar. Quizá lo mejor sea ser las dos
cosas si se puede. ¿Y cómo se puede hacer algo así? Un especialista en esto es
Sir Richard Branson, capaz de tener éxito en el sector de las aerolíneas y en
el de los trajes de novia al mismo tiempo. Lo mejor es tener equipos
especializados en cada sector, con unidades centralizadas que den soporte de
una manera ágil y eficaz a cada unidad de negocio. Esto es algo que Citi fue
capaz de hacer en consumo durante muchos años, y que le llevó a ser el banco
más grande y más potente del mundo a comienzos del s.XXI. El problema de este sistema
es que exige ser enormemente disciplinado, y contar con unos profesionales de
primera fila, con una enorme capacidad de adaptación y con unas grandes miras y
con gran flexibilidad. Por eso, esto es algo que se escribe muy fácil sobre un
papel (o en un blog), pero que es muy difícil poner en práctica en la vida
real, aunque eso no quiere decir, ni mucho menos, que sea imposible.
Fuente: dmproperties.com
|
¿Qué están haciendo, sobre todo
las big four para meterse con este éxito en este mercado? Un auténtico
clasicazo, que, por lo general, funciona muy bien: están fichando personas con
experiencia, conocimiento y, sobre todo, contactos y potenciales carteras de
clientes, de las propias consultoras inmobiliarias. ¿Funcionará esta
estrategia? Personalmente, creo que sí, sobre todo si son capaces de dar un
servicio y trato al cliente de la misma calidad que la que ofrecen CBRE o JLL,
y son capaces de cerrar operaciones con la misma efectividad y en tiempos
parecidos. ¿Estamos pues, ante el ocaso de las firmas especializadas en Real
Estate? Por supuesto que no, al menos en el corto plazo. Estamos hablando de
compañías que cierran operaciones y transacciones muy elevadas, con una gran
capacidad de generación de caja, y que, desde luego, no se van a rendir tan
fácilmente y van a pelear con todo lo que tienen, que no es poco. Un claro
ejemplo de que se puede hacer mucho en este sector teniendo menos músculo es
Aguirre Newman, un actor español, el único grande en España que no es
extranjero, que compite de tú a tú con BNP Paribas Real Estate (antes Savills)
o con Cushman & Wakefield, y lo hace con operaciones muy potentes, y desde
luego, muy interesantes, que, ha sabido sobrevivir a la peor crisis que ha
pasado el sector en España en décadas, y que piensa batallar con fuerza ahora
que mejora el panorama.
Estamos presenciando la que será,
sin duda, una de las batallas más interesantes en aquellos países que comienzan
a recuperarse de esta terrible crisis que ha asolado EEUU y Europa durante
años, en lo que queda de década, y será una batalla a cara de perro en la que
cada uno usará todas las herramientas a su alcance. Sin duda, veremos
operaciones muy grandes y muy interesantes, buena suerte a todos, hay un pastel
muy grande por repartir, ya veremos quién se lleva la mayor parte.